El Retorno del Pequeño Saltamontes

Y bueno, todo comenzó con la visita realizada a un señor ganadero michoacano. Sus caballos pura sangre lograron captar la ansiedad por subir a uno de ellos. Pequeño Saltamontes no estaba del todo preparado; no llevaba el "kit vaquero" requerido (mmm digamos que llevaba look hippie, camisa de manta, guaraches GAP con un cinturón tzetzal estilo indigenista).

Ante mi mirada insistente y mi ansiedad deslumbrada, el saltamontes ganadero me ensilló a "El Güero"; uno de los caballos bailadores de 2 años de edad. Tomo el lazo de la silla, incorporo mi pierna derecha y al momento de impulsarme doy un salto total del lomo del caballo mismo, volando por los aires pestilentes de estiércol bovino cayendo en un fango mezclado de alfalfa (por cierto, traigo antojo de agua de alfalfa...)

Y bueno, después de 300 000 risas burlonas y sarcásticas por parte de mi familia (sobre todo de mi hermano grrrr) nos incorporamos a comer y duré prácticamente todo el día pestilento con moscas panteoneras a mi alrededor. El 21 de marzo realmente fue divertido: pura vida campirana.

Al día siguiente incorporarme a mis actividades laborales; dos juntas imprevistas en Guadalajara Ranch VIP me hicieron levantar a las 5.30 de la mañana para estar como la fresca lechuga a las 9.00 en mi querido ITESO y a las 4 de la tarde en las oficinas generales de la compañía. Durante el viaje noté que mi oído izquierdo tenía prurito (mmm quien no sepa que es prurito, consulte un médico: el les puede dar la respuesta...lo sé, suelo ser mamón je) y la jaqueca por pensar en dos juntas el mismo día se hacía cada vez intensa. Hasta eso todo normal y no pasó de que el retorno a mi rancho querido fue hasta las 9 de la noche con mil tazas de café encima, por aquello del sueño en el camino... de hecho casi choco por un maldito trailer que se me atrevesó (así se escribe "atravesó"?) pero no pasó de una rica y suculenta mentada de madre (dramatización estilo Mujer casos de la vida real: chingaa tu madre pinche Jalisquillo de mierda!!!!).

En fin, nada del otro mundo durante estas ausencias tan largas en mi blog, sin embargo les confieso algo: en estos días de trabajo intenso he añorado estar en la playa con alguien especial... no sé, me está dando por la cursilería últimamente...extraño la cursileria, a veces es bueno retomar lo cursi ¿o me equivoco?

Felíz fin de semana